OLA MAVERICK,LA OLA MAS GRANDE DE CALIFORNIA
Saber con certeza en qué lugar del mundo se forman las mayores olas es complicado, y más cuando varía en función de las condiciones meteorológicas del momento. Lo que sí se puede saber es cuáles son las playas y olas donde más surfistas se concentran. Una de ellas es sin duda Mavericks, considerada la mayor ola de California y una de las preferidas para los mejores surfistas del mundo.
Mavericks tiene olas de gran tamaño que van de 2 a 15 metros de altura y con un recorrido de cerca de 300 metros. Se encuentra en Half Moon Bay, al norte de San Francisco, lugar de concentración de experimentados surfistas.
La ola más difícil y peligrosa de California
La ola de Mavericks se produce por un arrecife submarino de importante tamaño que
provoca que el agua se comprima y se eleve a gran altura. Su fuerza y
las rocas afiladas del arrecife submarino, la convierten en una ola solo
para expertos. De hecho, Mavericks se ha cobrado la vida de varios surfistas, siendo la más trágica la del mítico Mark Foo en el año 1994.
Mención especial tiene
la historia de esta conocida ola. En 1960 tres surfistas decidieron
adentrarse en la bahía de Half Moon para contemplar las olas, sin
embargo, decidieron dar la vuelta al ver su magnitud y peligrosidad. Su perro, llamado Mavericks, les siguió nadando, quedando grabado su nombre hasta ahora.
Ya en los años 70 fue Jeff Clark quien se lanzó a esta ola cansado de verla por la ventana. Durante 15 años nadie lo supo, hasta que en los años 90 se empezó a hacer famosa. Desde entonces, muchos lograron surfearla, pero otros se quedaron por el camino.
El hombre que conquistó la ola que nadie se atrevía a surfear
Cada año la esperaba impaciente para sumergirse en un mundo de fantasías.
Su aparición era impredecible, pero nunca faltaba a la cita.
Para
Jeff Clark ese momento, ese contacto con una ola gigante que se
levantaba en el horizonte cada invierno frente a una playa de California
conocida como Mavericks (inconformista, en su traducción al
castellano), le generaba pensamientos, ideas, sueños.
Fue así como un día en 1975 se decidió a surfearla.
La adoración
Esas olas vienen
de una distancia de 1.600 kilómetros, y son tan grandes como un edificio
de cuatro pisos. ¿Te puedes imaginar a un edificio así viniendo hacia
ti a 50 kilómetros por hora así de la nada, choca con el bordillo de la
playa y se vuelca encima de ti? Así es como es en Mavericks.
Esas olas vienen
de una distancia de 1.600 kilómetros, y son tan grandes como un edificio
de cuatro pisos. ¿Te puedes imaginar a un edificio así viniendo hacia
ti a 50 kilómetros por hora así de la nada, choca con el bordillo de la
playa y se vuelca encima de ti? Así es como es en Mavericks.
Tienes que coger esa ola y lograr bajar por toda su cara antes de que reviente y se vuelque por encima de ti.
Es una de las cosas más emocionante que jamás pensé en hacer.
Comencé
a observarla y a estudiarla hasta que llegó ese día en el que las
condiciones eran perfectas. Era como un plato de vidrio. Las olas
aparecían como en formación con un ritmo acompasado.
Cuando estás tú solo haciendo algo que está al filo de los límites
asumes que tienes que ser muy cuidadoso, muy calculador. No intentas
nada que no crees que podrás lograr el 99% de las veces. No puedes
permitirte cometer un error en ese momento, por lo que eres paciente.
Comencé
a nadar hacia el mar y recuerdo que la corriente estaba muy fuerte
porque la marea estaba a su máximo nivel. Tenía que bordear un arrecife y
recuerdo luchar entre las olas. Finalmente pude llegar hasta el punto
de formación.
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